Una de las definiciones clásicas de qué es la Economía es la que la describe como la ciencia para administrar la escasez. Es escaso lo que es prácticamente inexistente — agua en el desierto — y es escaso, a efectos prácticos, lo que, aunque exista abundantemente, es muy costoso de hacer llegar al lugar donde se utilizará — alimentos en las zonas más pobres del planeta —.
En lo que a periodismo respecta, esta gestión de la escasez queda bien ejemplificada con la frase «Yo estaba, tú no, deja que te lo cuente», frase de Jay Rosen que utiliza al hablar de James W. Carey y su idea del informe. En su obra de 1974 The Problem of Journalism History, James Carey aboga por el informe explicativo (explanatory report), una forma de explicar la realidad con detalle, minuciosamente, con introspección, pero también con un estilo llano, comprensible, lejos de la abstracción, con fuerza narrativa y descriptiva.
El «tú no [estabas]» era la demanda de un bien escaso, el «yo era» era la economía, el informe, el «deja que te lo cuente» era la manera en que el periodista gestionaba esta demanda de una información escasa.
Ha llegado un momento en que muchos diarios han dejado de estar, porque ya estaban las agencias de noticias, un momento en que muchos otros han acabado estando, porque blogs, twitters, youtubes, flickrs y otros artilugios digitales han dado voz a los que son, y un momento en que el informe explicativo ha dejado de ser minucioso, introspectivo, descriptivo, porque los que no estaban han acabado reproduciendo maquinalmente lo que hacían los que sí estaban: noticias de agencia, por un lado, y productos «amateurs» por otro.
En términos económicos, en muchos escenarios han desaparecido tanto la escasez como quien la gestionaba: la información es ubicua, y muchas piezas son apenas enriquecidas o incluso editadas antes de aparecer en los medios, especialmente en las ediciones digitales.
Si los periodistas ya no están, y mientras todo el resto sí está, a los medios sólo les queda la parte de la elaboración de la noticia, los informes sesudos pero comprensibles, de la erudición con pedagogía.
Si la cantidad ya no es escasa, lo que sí es — ¡y mucho! — es la calidad. El problema es que la calidad cuesta, y la monetización de los contenidos no es fácil en un mundo digital. A ver cómo lo vamos a hacer.
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1 comentario a “Yo no estaba allí, y tú tampoco” »
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Desde luego los medios digitales tienen una interesante batalla pero lejos de combatirla con cabeza lo hacen tirando de agencias y publicando notas sin mover una coma, al final nos encontramos la misma noticia 1000 veces. No será que los nuevos medios serán las agencias ?? además por supuesto de los blogs, youtubes, …. el periodismo que llamamos amateur pero que muchísimas veces tiene una calidad superior ;-)