Ley y derechos digitales: entre el simplemente es y el debe ser

Esta entrada empezó siendo un comentario a la de Enrique Dans en Wikileaks no es bueno ni malo… simplemente es. La extensión final me ha hecho pensar en la oportunidad de traerme el comentario aquí. Esta entrada tiene una cierta continuidad en Ley y derechos digitales: entre la forma y el espíritu de la Ley.

Enrique Dans, en su entrada Wikileaks no es bueno ni malo… simplemente es viene a justificar lo absurdo de perseguir a WikiLeaks y a sus promotores dado que la estructura de Internet permitirá una y cien veces el renacimiento de la iniciativa, con el mismo o distinto nombre, por los mismos o distintos promotores. Así, WikiLeaks no es ni bueno ni malo, «simplemente es».

Ya he dado a conocer mi opinión sobre WikiLeaks en otra parte, así que me centraré aquí en la parte del “simplemente es».

Creo que nos hacemos un flaco favor admitiendo que lo que no podemos controlar “simplemente es», porque nos va bien para lo que nos gusta, pero se nos girará en contra para lo que no nos guste.

La estructura de la red permite descargas de forma rápida y casi gratuita, y se pueden filtrar documentos secretos (secretos por seguridad o secretos por vergonzantes, no es esa la cuestión) de forma distribuida; eso “simplemente es». Y está bien que así sea (supongo), así que admitámoslo y claudiquemos. Quien ganaba dinero con ello, o quien ganaba escaños con ello, que cambie de modelo de negocio o se extinga.

La estructura de la red también permite entrar fácilmente en el ordenador de una persona y robarle sus datos bancarios (no haberlos dejado a la vista); también permite entrar en el de sus hijos, activar su webcam y traficar con sus fotos y jamás de los jamases poder borrar todas las copias existentes; eso también “simplemente es». Y está bien que así sea (supongo), así que admitámoslo y claudiquemos. Quien se creía seguro en la Red, o quien confiaba en la privacidad de sus hijos, que cambie de mentalidad o se extinga.

Técnicamente es más difícil compartir un archivo con copyright o subir documentos de la CIA a un servidor que soltarle un guantazo a la pareja de uno o rebanarle el pescuezo con el cuchillo de la cocina. La violencia de género «simplemente es», a qué tantos aspavientos.

Creo que a menudo tomamos el “puede ser” por el “debe ser», y el “debe o no debe ser” por el “simplemente es». Que la Ley esté desfasada (y lo está, y mucho) o que los modelos de negocio estén desfasados (y muchos lo están, y mucho), incluso que muchas mentalidades estén ancladas en el pasado y un tren les pasará irremediablemente por encima (y lo hará, lo veremos) no es óbice para claudicar de una convivencia ordenada, basada en aquello de «tus derechos acaban donde comienzan los míos».

Que los costes de la distribución online son mucho menores que la distribución de CD o DVD, eso simplemente es. Que por ello la música o el cine deban ser gratuitos… puede que sí, puede que no, puede que a lo mejor. Pero, simple, no es.

Que los costes publicar información en la Red son prácticamente nulos, eso simplemente es. Que haya que hacer públicos todos los datos (públicos, privados, corruptos o relacionados con la seguridad de los ciudadanos)… puede que sí, puede que no, puede que a lo mejor. Pero, simple, no es.

Que la sociedad suele ir por delante de la Ley, eso simplemente es. Que la Ley deba echarse a descansar… puede que sí, puede que no, puede que a lo mejor. Pero, simple, no es.

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4 Comments a “Ley y derechos digitales: entre el simplemente es y el debe ser” »

  1. Me parece de una pasmosa simpleza comparar algo como Wikileaks con otros delitos perfectamente definidos por la ley. Pornografía infantil, violencia de género… ¿Ismael, ¿a dónde pretendes llegar? ¿Quién ha dicho que no haya que perseguir el delito? Nadie dice que no haya que hacer uso de la ley, sino que Wikileaks, pura y simplemente, no puede ser silenciado mediante el uso de la ley, como no se dediquen a retorcerla miserablemente, y que el mundo está mucho mejos con Wikileaks que sin ella. Como ocurre con las descargas, que NO SON DELITO. Wikileaks es periodismo, y el ejercicio del periodismo está perfectamente protegido: se puede publicar cualquier cosa desde el sitio adecuado cuya legislación no lo impida, y no se puede obligar a un periodista a revelar sus fuentes de información. Por tanto, Wikileaks es un imán para que cualquiera que entre en contacto con una información que le parezca que debe ser expuesta a la luz pública, lo haga, y si no es con Wikileaks, será con otros sitios similares. Para evitarlo, habría que redefinir el derecho a informar. Pero Bradley Mannings los va a seguir habiendo, y sitios para publicar la información que filtren, también. Y además, cada vez más.

  2. Enrique, he comenzado la entrada aclarando que no hablaba aquí de WikiLeaks, sino de la parte «simplemente es». Aunque me gustaría tener más datos sobre el funcionamiento interno de WikiLeaks, en general, y sin esos detalles, su papel de arrojar transparencia me parece bien.

    Lo que quiero poner de relieve es lo de aceptar la «inevitabilidad» de si cerramos WikiLeaks, un tercero lo reabrirá en otra parte del ciberespacio porque así es la estructura de la Red.

    No comparo la pornografía infantil para equipararla a la posible actividad ilegal o delictiva de WikiLeaks: la traigo a colación como una actividad delictiva sobre la que todo el mundo (o casi) tiene la misma opinión, el repudio. Ejemplificando con casos extremos como la pornografía infantil o la violencia de género intento liberar el hecho de valoraciones subjetivas del tipo «WikiLeaks filtra información confidencial, pero eso es bueno».

    Así que, dejemos al margen por un momento a WikiLeaks y, con un caso de consenso, ¿aceptamos que la Ley debe rendirse porque la Red es así? Tengo la impresión que cambiamos de opinión según nos conviene. En el caso de la pornografía infantil o la violencia de género, «no, claro que no debe la Ley rendirse». En otras cuestiones, relativizamos: «cambiad vuestro modelo de negocio», «si me lo cerráis lo reabriré tres ISP más allá», etc.

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