¿Qué es y qué se entiende por Gobierno Abierto? Análisis de la percepción e implementación del gobierno abierto en el ámbito local español

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Type of work: Report

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e-Government & e-Administration

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open government

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La noción de Gobierno Abierto se halla en proceso de maduración, colaborando en la consolidación de un nuevo paradigma en la gestión pública. Esto ha generado una atención cada vez mayor por parte de políticos, académicos y directivos/empleados públicos sobre las políticas públicas de Gobierno Abierto. Este estudio pretende entender mejor lo qué significa “Gobierno Abierto”, desde la percepción de los directivos públicos dedicados a su gestión y promoción en los gobiernos locales. Se trata del primer estudio de estas características elaborado en el ámbito de habla hispana.

Este análisis trata de entender cuál es la percepción de quienes lo gestionan sobre el concepto de Gobierno Abierto. En particular, el análisis se centra en conocer cuál es el nivel de desarrollo del Gobierno Abierto en su organización y cuál es la realidad de la implementación del Gobierno Abierto. Adicionalmente, este estudio se centra de manera específica en la transparencia, participación ciudadana y los datos abiertos como áreas clave del Gobierno Abierto. Finalmente, se atiende a dimensiones estructurales que pueden explicar su implantación, incluyendo las unidades directivas responsables, así como el perfil (formación, edad y género) de sus titulares.

La adopción de una filosofía de apertura dentro de los gobiernos y administraciones públicas se ha convertido en una tendencia global. Tal y como han puesto de manifiesto diferentes estudios recientes, el Gobierno Abierto es una realidad multi-dimensional, que se asocia a diferentes conceptos, tales como transparencia, rendición de cuentas, participación, colaboración, co-creación, tecnologías, redes sociales, etc., si bien no existe una completa unanimidad. Todo ello, se integra dentro de una lógica de cambio en la gestión pública relacionada con un nuevo paradigma en la forma de gobernar denominado gobernanza pública inteligente, tal y como han planteado en dos libros recientes Beth Noveck (2015) y J. Ignacio Criado (2016).

Entre los principales resultados del estudio cabe destacar las siguientes cuestiones. En relación con el concepto de Gobierno Abierto, los responsables de su gestión a nivel local lo asocian con términos como transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas. Menos atención se concede a términos como participación, colaboración, co-producción o datos abiertos. Adicionalmente, la dimensión tecnológica del Gobierno Abierto está bastante fuera del enfoque de este grupo de directivos públicos locales, al menos, en el momento presente (ver Tabla 1). Esto mismo ocurre en lo que respecta a los beneficios que ofrecen las iniciativas de Gobierno Abierto. En este último caso, también se obvian los potenciales retornos económicos y en la mejora de la gestión que esta política pública emergente podría plantear en el ámbito local.

Tabla 1. Nivel de Asociación del Gobierno Abierto con otros conceptos. (1 nada asociado a 5 totalmente asociado)

Concepto

Media

Desviación estándar

Datos Abiertos

4.59

0.73

Democracia

4.53

0.79

Colaboración

4.36

0.92

Transparencia

4.81

0.43

Redes sociales

3.51

0.96

Gobierno Electrónico

3.86

0.95

Participación

4.66

0.56

Ciudades Inteligentes

3.54

1.01

Nuevas Tecnologías

3.90

0.91

Interoperabilidad

3.84

1.02

Acceso a la información

4.75

0.45

Co-creación de políticas

4.19

0.93

Fuente: Elaboración propia (Criado y Ruvalcaba, 2016)

¿Qué nivel de asociación considera que tienen los siguientes conceptos con el Gobierno Abierto? (N= 115)

Por otro lado, también se ha preguntado a los responsables de Gobierno Abierto sobre el nivel de institucionalización de esta política emergente en los ayuntamientos. Aquí se ha puesto de manifiesto que un porcentaje de más del 40% de ayuntamientos han desarrollado un plan de acción en Gobierno Abierto, mientras otro 33% tiene previsto desarrollarlo en breve (menos de un año). Al mismo tiempo, esta percepción optimista sobre la implementación del Gobierno Abierto se ha puesto también de manifiesto en lo que respecta a la elevada importancia percibida del Gobierno Abierto en los ayuntamientos, que se sitúa entre muy y totalmente importante en más del 70% de los casos (siendo totalmente importante el 37,4% de ellos). Este optimismo se modera algo cuando se pregunta sobre la percepción de éxito real en la implementación del Gobierno Abierto, ya que menos de la mitad de los casos se sitúa en las dos categorías más positivas (47,8%) (siendo totalmente exitoso sólo el 7,83% de los casos). 

La categoría específica de transparencia también ha ofrecido resultados de interés. Primero, se ha puesto en evidencia que, además del cumplimiento de las directrices de la Ley de Transparencia, las administraciones locales han desarrollado normativa específica en un 38% de los casos o está previsto desarrollarla en menos de un año en el 48% restante. Adicionalmente, se ha evidenciado el contraste entre las herramientas más utilizadas para fomentar la transparencia (página web del ayuntamiento, portal de transparencia, redes sociales y oficinas de atención al ciudadano) y las más eficaces (también las anteriores, pero siendo las dos primeras las que predominan). Resulta llamativo destacar el carácter todavía residual que tienen tecnologías de carácter social (whatsapp, blogs, etc.) en este ámbito. 

En la dimensión de participación ciudadana también se han planteado unos resultados de interés. Aquí también se ha destacado el contraste entre las herramientas más usadas para promover la participación ciudadana y las más eficaces, a juicio de los responsables de Gobierno Abierto. En el primer caso, destacan la página web institucional, las redes sociales, las oficinas de atención al ciudadano, junto a las juntas vecinales y/o de barrio o el correo electrónico. En el segundo, sobresale el papel de las juntas vecinales y/o de barrio y las oficinas de atención al ciudadano, esto es, la dimensión personal directa de relación con el público. Esta conclusión es importante para entender algunos de los marcos de referencia con los que todavía se mueve la participación ciudadana local.

En la categoría de datos abiertos los resultados son hasta cierto punto contradictorios. Por un lado, los ayuntamientos parece que publican sus datos en formato reutilizable, para que puedan ser tratados por parte de los actores externos a la organización. Sin embargo, la percepción de éxito de sus acciones es relativamente limitada, sobre todo, si se compara con la percepción de éxito manifestada respecto a la transparencia o participación ciudadana en la organización municipal. Esto supone que, quizá, cuando se aterriza en cuestiones más operativas del Gobierno Abierto, la sensación del logro alcanzado se reduce notablemente.

Complementariamente, en relación con el perfil de las personas que gestionan las políticas de Gobierno Abierto, y las unidades en las que se integran, los resultados son también de interés. De una manera simple, el retrato de la persona responsable del Gobierno Abierto a nivel local sería el siguiente: hombre, con formación en Derecho, edad en torno a 45 años, vinculación directiva administrativa y liderando un departamento que integra varias áreas (sobre todo, alguna combinación de participación, transparencia y nuevas tecnologías). Sin embargo, los resultados son algo más complejos cuando se desciende al detalle, en la medida que la diversidad es muy amplia dentro del ámbito local y los perfiles son muy distintos en los ayuntamientos analizados. Obviamente, lo anterior tiene un incidencia en la manera de entender el Gobierno Abierto en cada municipio, así como dentro de la propia estructura político-administrativa local.

En conclusión, este estudio ofrece un “estado del arte” y nociones generales sobre lo que es considerado Gobierno Abierto por los promotores de esta política emergente en el ámbito local. El estudio se aproxima de forma más específica a temas que giran en torno a un nuevo modelo de gestión pública, cada vez más presente en el ámbito político-administrativo local español, pero que todavía requiere de un impulso importante en el futuro más próximo. Además, se trata de un estudio sobre su implementación de cara a identificar riesgos asociados que puedan ir apareciendo en el futuro, así como recomendaciones para quienes se encargan de este tipo de políticas públicas.