Hace ya algunos años que se habla sobre el «futuro del trabajo» y la relación con la formación y las competencias.
Y es interesante ver cómo las previsiones, por lo general, se van cumpliendo con bastante precisión. Cómo cambian los trabajos, cómo va cambiando la demanda de perfiles, cómo se adapta la formación.
Uno de los primeros informes sobre el tema es The Future of Jobs and Jobs Training (2017) del Pew Research Center.
En él se expone el impacto de la tecnología en la reconfiguración de todo el ámbito laboral, que va mucho (mucho) más allá del uso de las TIC en el trabajo.
Allí, se apunta un cambio radical tanto en las competencias necesarias para desarrollar el propio trabajo, la imprescindible estrategia de reeducarse, de estar constantemente aprendiendo, de tener nuevas formas de medir y certificar el aprendizaje, etc.
Coetáneo a este informe es el primero de la serie «The Future of Jobs», The Future of Jobs. Employment, Skills and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution (2016), del Foro Económico Mundial
El informe va más allá del aprendizaje, las capacidades y la formación y entra a fondo en la profunda transformación del puesto de trabajo.
Una parte interesantísima del informe de 2016 son los vectores de cambio a nivel demográfico, socioeconómico y tecnológico. 8 años después están totalmente vigentes y sólo han cambiado en materia de ponderación, pero no de orden de magnitud de significatividad.
En él podemos ver claramente cómo el impacto en el trabajo no es una mera evolución, sino una transformación a fondo que cuestiona conceptos básicos sobre el trabajo, como qué significa saber hacer algo, ser productivo, ser efectivo, ser eficiente.
El siguiente informe del Foro, The Future of Jobs Report 2018, se adentra en el impacto por sectores.
Es esencial ver cómo el impacto previsto (y que ya se está dando) no afecta especialmente a un sector o ámbito determinado, sino que es global.
Los conjuntos de funciones que se ven afectadas (en positivo o en negativo) son transversales a todos los sectores y están más relacionadas con qué tipo de gestión del conocimiento se realiza en un sector que con el tipo de actividad llevada a cabo.
En la misma línea, las competencias más demandadas también estarán relacionadas con la gestión del conocimiento: a conocimiento más rutinario y estandarizable -y automatizable-, menos demanda; a mayor complejidad (análisis, equipos), mayor importancia.
El informe de 2020, The Future of Jobs Report 2020, empieza ya a preocuparse seriamente por la poca velocidad de adaptación a las nuevas competencias en relación a la alta velocidad del cambio que está ocurriendo.
Los avances en materia de «reskilling» y «upskilling» van realmente muy atrasados.
Así, el salto entre lo que se tiene y necesita en materia de competencias se incrementa.
Y, a diferencia de otras oleadas de cambio, esto no va de trabajos de mayor o menor calificación: ¡afecta también, y muy especialmente, a los trabajos más calificados!
El último informe, The Future of Jobs Report 2023, profundiza en la cuestión y confirma todas las predicciones anteriores.
Y confirma que la tecnología impulsa el cambio, pero que esto no va (sólo) de aprender tecnología.
Un posible resumen de todo esto es que Internet no suma (ni resta): Internet multiplica.
Quién sepa actualizarse, verá multiplicadas sus capacidades; quien no, las verá reducidas (multiplicadas en negativo). Quizás no en términos absolutos, pero sí en relación al resto.
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