VII Congreso Internacional Internet, Derecho y Política: Neutralidad de la red y otros retos para el futuro de Internet

De la página oficial del congreso:

La neutralidad de la red o Net Neutrality, el principio según el cual la red debe permanecer neutral en relación con los contenidos que se transmiten a través de ella y evitar cualquier discriminación basada en la naturaleza o el origen de los datos, constituye uno de los puntos principales de la discusión actual sobre el futuro de Internet. Este principio es visto generalmente como una característica esencial del diseño de la red que ha permitido un crecimiento exponencial de nuevos servicios en los últimos años. Los intentos de introducir determinadas prácticas de gestión del tráfico por parte de algunos operadores de telecomunicaciones podría poner en peligro las posibilidades de desarrollo de Internet, y a la vez tener un efecto negativo sobre la libertad de expresión. Académicos, reguladores y diferentes agentes interesados debaten cómo y hasta qué punto es necesario preservar este principio y si se precisa una regulación específica que así lo establezca.

El VII Congreso Internacional Internet, Derecho y Política (IDP 2011), que tendrá lugar en Barcelona los días 11 y 12 de julio de 2011, se centrará en el debate actual sobre la neutralidad de la red y en sus consecuencias para el desarrollo de Internet, desde la perspectiva del derecho y de la ciencia política. El congreso tratará también otras cuestiones relevantes en los campos del derecho y la política que plantean retos acuciantes para el futuro de Internet, como la protección de los datos personales, la privacidad y la intimidad, las políticas y el gobierno de la red, el derecho al acceso a la información pública, o la acción democrática en la red.

Las seis ediciones que ya se han celebrado del congreso IDP lo han consolidado como lugar de encuentro anual de investigadores, académicos y profesionales interesados en las consecuencias del uso de las tecnologías de la información y la comunicación en los diferentes ámbitos del derecho y en la política. Destacados académicos e investigadores han participado en calidad de ponentes invitados en anteriores ediciones del congreso, entre otros, Benjamin Barber, Lilian Edwards, Jane Ginsburg, James Grimmelmann, Ronald Leenes, Helen Margetts, Eben Moglen, John Palfrey, Yves Poullet, Stephano Rodotà, Alain Strowel o Jonathan Zittrain.

El congreso IDP es impulsado y organizado por los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en el marco del Internet Interdisciplinary Institute (IN3), instituto que reúne la actividad de investigación de UOC centrada principalmente en el estudio de los efectos de la tecnología en las personas, las organizaciones y la sociedad en general.

Solicitud de comunicaciones

Invitamos a los interesados del mundo académico, profesional y de las políticas públicas a participar en el VII Congreso Internacional Internet Derecho y Política: Neutralidad de la Red y otros retos para el futuro de Internet enviando comunicaciones que aborden, desde una perspectiva jurídica o política, aspectos relacionados con:

  • La neutralidad de la red y sus efectos sobre la innovación, la libertad de expresión, la creación de contenidos, el acceso universal a las TIC, la competencia, el mercado de las telecomunicaciones o la brecha digital, entre otros.
  • Aspectos jurídicos relevantes para el estado actual y futuro de Internet, como la privacidad online, la protección de datos, la propiedad intelectual, la responsabilidad de los prestadores de servicios, la libertad de expresión, la publicidad online, el comercio electrónico o la delincuencia informática, entre otros.
  • Cuestiones relativas al gobierno y la administración electrónica, como el acceso a los datos (open data), la reutilización de la información del sector público, la participación política en la red, la contratación administrativa electrónica o el gobierno de Internet, entre otros.

Las personas interesadas en participar deberán enviar en primer lugar un resumen del contenido de su ponencia. El plazo máximo para enviar este resumen es el 18 de febrero de 2011. Los resúmenes serán evaluados mediante revisión ciega y el 4 de marzo de 2011 se notificará si han sido aceptados. Los autores de los resúmenes aceptados deberán entregar el texto definitivo de su comunicación no más tarde del día 23 de mayo de 2011. Las comunicaciones no podrán exceder de 8.000 palabras, incluidas las notas y las referencias bibliográficas. Para elaborar las comunicaciones deberá usarse la plantilla que estará disponible para descargar desde la web. Las comunicaciones se someterán también a un proceso de revisión. Todas las comunicaciones aceptadas se publicarán en las actas del congreso, que tendrán el correspondiente número de ISBN o de ISSN. Las comunicaciones podrán, además, ser seleccionadas para su presentación oral en el congreso.

Fechas clave

  • Envío de resúmenes: 18 de febrero de 2011
  • Notificación de aceptación de los resúmenes: 4 de marzo de 2011
  • Envío de la comunicación completa: 23 de mayo de 2011

Todos los envíos deberán realizarse por correo electrónico, en formato .ODT o .DOC a la dirección pdret@uoc.edu

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Wikileaks: la necesidad de romper la baraja

La divulgación es desordenada y pone a prueba los límites de la moral y la legalidad. Es a menudo irresponsable y por lo general embarazosa. Pero es todo lo que queda cuando la regulación no hace nada, los políticos son intimidados, los abogados callan y la intervención está contaminada. La divulgación debería ser una condición de mínimos en la rendición de cuentas.

Esto lo escribe Simon Jenkins (traducción libre) citado en un excelente artículo de John Naughton en The Guardian.

He tardado meses en tener una opinión bien definida y fundamentada sobre Wikileaks. Por una parte, tenía claro que la reputación de Julian Assange no tiene nada que ver con la reputación de Wikileaks, que no se debería juzgar la actividad de la institución por las (supuestas) acciones de uno de sus miembros; por otra parte, sigo pensando que no todo lo que puede ser debe ser en Internet (o fuera de Internet), que no todo está permitido porque sea posible de facto.

Sin embargo, es posible que haya llegado el momento de romper la baraja, y eso es lo que está haciendo Wikileaks.

Lo malo de romper la baraja es que uno se queda sin poder jugar. Pero posiblemente es peor seguir jugando con una baraja con cartas marcadas, y esa es la democracia que tenemos ahora: una democracia con las cartas marcadas.

A mi entender, la baraja se rompió, y por partida doble, antes de Wikileaks.

Los políticos han roto el trato que tenían con la ciudadanía, no poniendo en el poder a los mejores, sino a los que se quieren perpetuar en él, a los conniventes con estos, a los que simplemente mercantilizan la política como un bien de consumo más, como un negocio más, otra forma cualquiera de ganarse la vida. Esperábamos más de ellos.

Los periodistas han roto con sus audiencias y se han alineado con los anteriores, fundiendo el cuarto poder con el ejecutivo, el legislativo o el judicial, según sopla el viento. Su trabajo nunca fue proteger al poderoso de lo embarazoso, sino todo lo contrario. No es el periodismo lo que está en crisis, sino muchos periodistas y medios que le han dado la espalda a su propio código deontológico. También esperábamos más de ellos.

Wikileaks es probablemente criticable en muchos aspectos, pero es lo que nos queda. Es lo que nos queda para forzar la construcción de nuevos contratos.

Necesitamos que los medios reconstruyan su contrato con la ciudadanía, que vuelvan a ser un contrapoder, analítico, crítico, que denuncie cuando haya que denunciar y que explique y edifique cuando haya que apoyar.

Necesitamos, sobre todo, que se rompa la invisible e inexorable cadena que va desde que un ciudadano dedica su tiempo libre a defender una causa de la comunidad hasta que acaba escondiendo sus decisiones, motivos e información a esa misma comunidad.

El desequilibrio de poderes es exagerado y no hay nada que un simple ciudadano pueda hacer. Es necesario que los periodistas (de verdad) y que los políticos (de verdad) se rebelen contra sus propios aparatos. Los periodistas deben dejar de ocultar y buscar bajo las alfombras. Los políticos deben dejar de proteger a sus compañeros, dejar de hacer la vista gorda, dejar de pensar que son males menores, dejar de justificar los medios por los fines.

No creo que Wikileaks sea una buena solución: hay determinados motivos contra la transparencia que nos alertan de los peligros de una excesiva apertura en los gobiernos. Y, sin embargo, la solución no es silenciar, perpetuar el sistema en sus errores, sino todo lo contrario: sanearlo y redefinirlo y devolverlo a su estado inicial.

Wikileaks no es una llamada al «todo debe saberse», una llamada a la rebelión de la ciudadanía. La ciudadanía no tiene poder, las urnas son (en este contexto) una farsa y los tres poderes se ayudan mutuamente.

Wikileaks es una llamada a políticos y periodistas a reconstruir el sistema, desde dentro. Son los únicos que pueden hacerlo.

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Controladores tecnológicos secuestran la banda ancha española

La OCDE acaba de actualizar sus datos sobre banda ancha para los países miembros.

Una imagen vale más que mil palabras y a continuación mostramos las que incorporan datos de precios (precio de suscripción por megabit por segundo, en paridad de poder adquisitivo) y calidad (capacidad de descarga anunciada — no necesariamente igual a la real). Además de la media aritmética, hemos escogido también la mediana sobre precios o calidad. Mientras la media recoge todo el rango de precios o velocidades y hace un promedio, la mediana representa la opción que queda en el centro «geográfico» del abanico de posibilidades.

Los resultados prácticamente no se alteran al utilizar la media o la mediana — España, por ejemplo, mantiene su orden en la lista de países ordenada por precios o por calidad. Sin embargo, la mediana, en cierta forma, elimina el efecto distorsionador de los valores extremos y, con ello, hace la lectura algo más clara.

Imagen: Precio y calidad de la banda ancha en la OCDE (medianas)
Precio y calidad de la banda ancha en la OCDE (medianas)
Imagen: Precio y calidad de la banda ancha en la OCDE (medias)
Precio y calidad de la banda ancha en la OCDE (medias)

¿Conclusiones?

En España tenemos la 6a banda ancha más cara así como la 8a banda ancha de peor calidad de los países de la OCDE.

¿Por qué?

Es difícil responder a esa pregunta, porque los motivos pueden deberse a infinidad de variables. Sin embargo, el pésimo nivel de competencia en el mercado de las telecomunicaciones español sin duda tiene mucho que ver. Sin duda.

Cuando se privatizó Telefónica había dos opciones: crear un mercado tan competitivo como fuese posible, de forma que se beneficiase sobre todo a los consumidores; o crear una compañía tan fuerte como fuese posible para que pudiese competir en otros mercados (p.ej. en Latinoamérica) con cierta ventaja, de forma que se beneficiase sobre todo a los accionistas.

Mientras la palabra «nacionalista» suele hacer volver las miradas hacia la «periferias sediciosas y separatistas», hay otros nacionalismos inconfesos que abogan por reforzar las industrias patrias como algo «de todos». Sin embargo, estos otros nacionalistas no parten España en izquierda a derecha por el Ebro, sino que la dividen en arriba a abajo por el salario mínimo. Y ese «de todos» hay que entenderlo, claro está, como «de todos los que tienen acciones».

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Mueran las bibliotecas, vivan las telcos

Leo en El Periódico que Educación crea una conexión a internet para hacer los deberes.

Vaya por delante que todo lo que sea incrementar el uso de Internet y, especialmente, para usos educativos me parece una buena, muy buena estrategia de desarrollo tanto a corto como a largo plazo.

Pero.

Tiene nuestro gobierno la costumbre de, cada vez que hay que dar un paso para fomentar el desarrollo de la Sociedad de la Información, ese primer paso se da, inevitablemente, en la dirección de las operadoras de telecomunicaciones.

Identificado el problema — los estudiantes no tienen conexión a Internet fuera del horario escolar — la solución puede ser llevársela a casa, pero también que se inviertan los términos, a saber: que los estudiantes vayan allí donde hay conexión.

España tiene una red de bibliotecas bastante buena (al menos la tiene mi provincia y supongo que no es una excepción). Tiene esa red, además, un personal por lo general altamente cualificado, con fuerte presencia tanto institucional como personal en Internet, con blogs que debaten día sí y día también cómo dar mejor servicio al usuario en esta nuestra economía digital. Es decir, que «están por la labor» de poder dar servicios basados en las Tecnologías de la Información y la Comunicación así como formar en competencias digitales a cualquier usuario que se les acerque.

Por otra parte, dicen los informes de análisis e investigación que el problema, de forma creciente, no es ya el acceso a la tecnología, sino el saber usarla «con sentido». Son nuestros bibliotecarios, por definición, expertos en el manejo de la información, que es eso que sale por las pantallas de los ordenadores y entra por los teclados de los mismos.

Dicen también esos mismos informes que Internet es un fenómeno social, colectivo, de creación de comunidad. Suponiendo que en las bibliotecas no se pueda hablar — afortunadamente han evolucionado y ahora tienen salas para diversos usos —, convive con las bibliotecas (a menudo dándose la espalda, lamentablemente) una espectacular red de telecentros, centros cívicos «informatizados» y otras variantes de lo que comúnmente llamamos puntos de acceso público a Internet.

Con esto, vuelvo al principio. Desconozco si habrá costado algo y cuánto esta iniciativa del Ministerio de Educación (la frase las tarifas pactadas con el ministerio me da a entender que el acuerdo con Movistar no ha sido pro bono, aunque sería precioso que así fuera). Lo que sí sabemos es que tenemos bibliotecas y telecentros, la mayoría de ellos (bibliotecas y telecentros) financiados parcial o totalmente con dinero público.

Me gustaría que la próxima noticia donde coincidan en el titular Ministerio de Educación, Internet y Educación tuviera, como protagonista, a los puntos públicos de acceso a Internet y a los educadores que los hacen funcionar.

(Perdón por el titular tendencioso: no sabe uno ya cómo llamar la atención).

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El Parlament 2.0 del President Ernest Benach

Ernest Benach (Esquerra Republicana de Catalunya) ha sido presidente del Parlament de Catalunya las dos últimas legislaturas, las del Tripartit. Aunque los resultados electorales de su formación ya daban a pensar que no renovaría en el cargo, ayer anunciaba, tanto en su blog personal como en el blog del President del Parlament que sale de la política de primera línea, lo que entre otras cosas significa que no recogerá su acta de diputado.

No puedo sino compartir la elegía que sobre la neutralidad y ecuanimidad de Benach le dedica José Antonio Donaire, aunque este ex-diputado habla, por supuesto, con más conocimiento de causa que yo al haberse sentado él mismo en el hemiciclo catalán al mismo tiempo que Benach lo presidía.

Es tanto lo que me separa de Benach en las ideas políticas como lo que nos une en la forma de entender la Democracia (con mayúsculas), especialmente en este nuevo marco que nos proporciona la Sociedad de la Información. La política, la cosa pública, la acción ciudadana, el poder de todos no es tal si no es abierto, transparente, participativo, nivelador de las desigualdades a la hora de exponer las ideas.

Hace un tiempo alguien me comentaba: te gusta Benach porque es 2.0, como tú. Efectivamente, así es. Así es si por «2.0» entendemos no algo tecnológico, sino el paso de un uso (¿consumo?) pasivo, como meros receptores, de la cultura, de las noticias, de la información, de la política… a un uso (¿disfrute?) activo, como constructores, de esa misma cultura, de lo que sucede, de la difusión del conocimiento, del ejercicio de la ciudadanía.

En mi vida me he sentado a colaborar con personas y organizaciones de todo color político. Con los «míos» (cuando los tenía), y con aquellos a los que jamás he tenido la intención de votar. Y lo he hecho para nivelar el terreno de juego, porque la democracia es sobre cómo se discute y no sobre qué, porque la política consiste en caminar juntos y no en llegar solos. Por norma general la gente no entiende que uno ayude al «contrario», que comente sus ideas, o que incluso comprenda sus visiones opuestas a las de uno (aunque no las comparta).

Es en lo que comento en este último párrafo en lo que me identifico con Ernest Benach: no importa que no estemos de acuerdo si, en el intento de llegar a algún lugar, hacemos medio camino juntos.

Durante estas dos últimas legislaturas como President del Parlament de Catalunya, Ernest Benach ha llevado este ideario a la práctica y lo ha materializado en el Parlament 2.0, una invitación a la cámara a hablar, por los descosidos, entre ellos, con los ciudadanos, a compartir, a disfrutar de la política.

Mientras los círculos más críticos con la democracia directa, la deliberativa o la participativa — con los que comparto muchas dudas, dicho sea de paso — afirman que Parlament 2.0 (y el open government y…) no es sino droga para los yonquis políticos pero no llega al ciudadano de a pie, la realidad es que la droga de Parlament 2.0 se ha vendido en todas las esquinas y ha conseguido enganchar a muchos. Puede que sigan siendo pocos, pero son más que antes.

Quiero agradecer a Ernest Benach el atisbo de esperanza en la política que su trabajo ha supuesto para algunos; el no dejarse contaminar por el deplorable ejemplo de otros parlamentos, senados, diputaciones y ayuntamientos que tanto abundan entre nuestros (supuestos) representantes políticos; el devolver la política a la ciudadanía, lugar del que nunca debería salir.

También, desearía pedirle al próximo pleno del Parlament que elija un presidente continuista con el trabajo de Benach, incluso más osado, ahora que las bases están bien fijadas.

Moltes gràcies President.

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Manifiesto por una Red Neutral

Los ciudadanos y las empresas usuarias de Internet adheridas a este texto manifestamos:

  1. Que Internet es una Red Neutral por diseño, desde su creación hasta su actual implementación, en la que la información fluye de manera libre, sin discriminación alguna en función de origen, destino, protocolo o contenido.
  2. Que las empresas, emprendedores y usuarios de Internet han podido crear servicios y productos en esa Red Neutral sin necesidad de autorizaciones ni acuerdos previos, dando lugar a una barrera de entrada prácticamente inexistente que ha permitido la explosión creativa, de innovación y de servicios que define el estado de la red actual.
  3. Que todos los usuarios, emprendedores y empresas de Internet han podido definir y ofrecer sus servicios en condiciones de igualdad llevando el concepto de la libre competencia hasta extremos nunca antes conocidos.
  4. Que Internet es el vehículo de libre expresión, libre información y desarrollo social más importante con el que cuentan ciudadanos y empresas. Su naturaleza no debe ser puesta en riesgo bajo ningún concepto.
  5. Que para posibilitar esa Red Neutral las operadoras deben transportar paquetes de datos de manera neutral sin erigirse en “aduaneros” del tráfico y sin favorecer o perjudicar a unos contenidos por encima de otros.
  6. Que la gestión del tráfico en situaciones puntuales y excepcionales de saturación de las redes debe acometerse de forma transparente, de acuerdo a criterios homogéneos de interés público y no discriminatorios ni comerciales.
  7. Que dicha restricción excepcional del tráfico por parte de las operadoras no puede convertirse en una alternativa sostenida a la inversión en redes.
  8. Que dicha Red Neutral se ve amenazada por operadoras interesadas en llegar a acuerdos comerciales por los que se privilegie o degrade el contenido según su relación comercial con la operadora.
  9. Que algunos operadores del mercado quieren “redefinir” la Red Neutral para manejarla de acuerdo con sus intereses, y esa pretensión debe ser evitada; la definición de las reglas fundamentales del funcionamiento de Internet debe basarse en el interés de quienes la usan, no de quienes la proveen.
  10. Que la respuesta ante esta amenaza para la red no puede ser la inacción: no hacer nada equivale a permitir que intereses privados puedan de facto llevar a cabo prácticas que afectan a las libertades fundamentales de los ciudadanos y la capacidad de las empresas para competir en igualdad de condiciones.
  11. Que es preciso y urgente instar al Gobierno a proteger de manera clara e inequívoca la Red Neutral, con el fin de proteger el valor de Internet de cara al desarrollo de una economía más productiva, moderna, eficiente y libre de injerencias e intromisiones indebidas. Para ello es preciso que cualquier moción que se apruebe vincule de manera indisoluble la definición de Red Neutral en el contenido de la futura ley que se promueve, y no condicione su aplicación a cuestiones que poco tienen que ver con ésta.

La Red Neutral es un concepto claro y definido en el ámbito académico, donde no suscita debate: los ciudadanos y las empresas tienen derecho a que el tráfico de datos recibido o generado no sea manipulado, tergiversado, impedido, desviado, priorizado o retrasado en función del tipo de contenido, del protocolo o aplicación utilizado, del origen o destino de la comunicación ni de cualquier otra consideración ajena a la de su propia voluntad. Ese tráfico se tratará como una comunicación privada y exclusivamente bajo mandato judicial podrá ser espiado, trazado, archivado o analizado en su contenido, como correspondencia privada que es en realidad.

Europa, y España en particular, se encuentran en medio de una crisis económica tan importante que obligará al cambio radical de su modelo productivo, y a un mejor aprovechamiento de la creatividad de sus ciudadanos. La Red Neutral es crucial a la hora de preservar un ecosistema que favorezca la competencia e innovación para la creación de los innumerables productos y servicios que quedan por inventar y descubrir. La capacidad de trabajar en red, de manera colaborativa, y en mercados conectados, afectará a todos los sectores y todas las empresas de nuestro país, lo que convierte a Internet en un factor clave actual y futuro en nuestro desarrollo económico y social, determinando en gran medida el nivel de competitividad del país. De ahí nuestra profunda preocupación por la preservación de la Red Neutral. Por eso instamos con urgencia al Gobierno español a ser proactivo en el contexto europeo y a legislar de manera clara e inequívoca en ese sentido.

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