Perseguir al que asesina.
Perseguir al que secuestra.
Perseguir al que extorsiona.
Perseguir al que amenaza.
Perseguir al que quema y destruye.
Perseguir al que promueve y planifica.
Perseguir al cómplice.
Perseguir al que celebra y ensalza.
Perseguir al connivente.
Perseguir al que discrepa.
Perseguir al condescendiente.
Perseguir al tolerante.
Perseguir al ecléctico.
Perseguir al que opina.
Perseguir al dialogante.
Perseguir al propositivo y constructivo.
Perseguir al resto.
En algún lugar hay la delgada línea que separa lo inaceptable de lo aceptable.
Aunque me esfuerzo, todavía no he encontrado sus coordenadas precisas.
Los hay que trabajan a diario por encontrar esa línea y por fundamentar el porqué de su posición.
Mientras, otros siguen empujándola hacia abajo o, simplemente, la dejan caer.
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3 Comments a “Perseguir a ETA” »
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Sí, y lo peor es que a nadie le parece importar que la línea se hunda cada vez más. Al final me temo que persiguiendo a ETA, se acabe persiguiendo también a los que tenemos otras opiniones y capacidad crítica…en España la capacidad de reflexión limpia de maniqueismos está en caida libre.
M’agrada el plantejament pedagògic que fas. Hi ha variables d’acció (en aquest cas reacció) que són les que analitzes, però també hi ha variables causals que aquí no apareixen. És difícil fer l’anàlisi d’unes sense les altres. Insisteixo en què m’agrada el plantejament pedagògic.
En aquest moment estic en el teu curs.
Hola Eduard :D
Sí, sí, i tant: precisament totes les variables que no apareixen són les que, sobre tot, em fan difícil saber on traçar la línia que separa acció política d’acció terrorista :)