¿Hacen falta informativos en los medios? Hacia el periodismo de datos y de análisis

A menudo hablamos de datos, información y conocimiento como si fueran la misma cosa, intercambiando las palabras como si se tratara de sinónimos para evitar redundancias en un redactado. Quizás (sólo quizás) una idea más clara de qué es cada uno nos ayudaría a confrontarlos con lo que los medios están haciendo hoy en día y qué es lo que algunos dicen que creen que necesita el ciudadano.

Siempre mejor un ejemplo:

  • Datos: 25, 14, 1024, 21, 16, 1012, 19, 17, 998. O, en palabras: la temperatura máxima y la temperatura
    mínima se acercan y la presión atmosférica está bajando.
  • Información: Se acerca una depresión atmosférica, está cambiando el tiempo y nos movemos hacia la inestabilidad; refrescará durante el día, viento y mayor probabilidad de lluvias.
  • Conocimiento: coged el paraguas u os mojaréis. Si podéis, evitad el coche: todo el mundo lo cogerá y se colapsarán las principales vías de comunicación. No aparquéis los coches en lugares con riesgo de avenidas o, cuando volváis, quizá no los encontréis. Los usuarios de la línea 1 de Cercanías de Barcelona, preparad la paciencia.

Otro ejemplo más complicado:

Unos años atrás, antes de la era Internet, los datos estaban en poder de quien los generaba, la información estaba en manos de quien era capaz de acceder a los datos, entenderlos y, en muchos casos, saber explicarlos. El conocimiento, por las dificultades de acceso a datos e información, así como datos e información complementaria a los primeros, estaban circunscritos al experto en una determinada materia.

Actualmente la información está prácticamente al alcance de todos. Todo el mundo cuenta lo que ve, su realidad más cercana, y lo hace público para el disfrute de los demás. La información, lo que sucede, es superabundante, y lo es porque todos nos hemos convertido en pequeños medios de comunicación que explican la actualidad desde un móvil, un ordenador o cualquier otro artilugio conectado a Internet.

Se da, sin embargo, la paradoja de que tanta información a menudo no está fundamentada en ningún dato objetivo: sabemos que llueve, pero no porqué, o sabemos que hay mineros que se rebelan, pero no estamos seguros de que los motivos que conocemos sean los verdaderos.

Se da también el hecho de que no sabemos qué hacer con tanta información. Llueve … pero ¿llueve mucho o poco para la época? Hay crisis financiera pero … ¿tenemos que sacar el dinero del banco y guardarlo en el colchón porque habrá «corralito» en la zona Euro?

Para remachar el trío de paradojas, muchos medios se van concentrando cada vez más en proveer información al ciudadano. Mientras somos bombardeados por docenas de canales diferentes que en Siria la ciudadanía es masacrada por el régimen, en la televisión o los periódicos o las radios se nos informa … que en Siria la ciudadanía masacrada por el régimen. Que nos recortan el sueldo o no encontramos trabajo ya lo sabemos, gracias, pero los medios dejan de contarnos (a) en qué se — en qué datos — el Gobierno su política económica y social y (b) qué alternativas hay y qué impacto tiene cada una a corto, medio y largo plazo — qué conocimiento tenemos de cada opción y lo que significa.

A veces ponemos nombre a las cosas y hablamos de la necesidad de un periodismo de datos o de un periodismo de investigación o de análisis. Y acabamos perdiéndonos en debates espurios sobre si los nombres están bien encontrados o no, o si obedecen a determinados intereses, o si todo es hablar por hablar, porque es fácil y no cuesta nada (no como hacer cuadrar sirialos balances y las nóminas a los medios).

Ejemplos de más y mejores datos, para fundamentar (y verificar) nuestra información: Qué hacen los diputados, Sueldos Públicos, ¿Dónde van mis impuestos? o el famós Mapa de Corrupción por Partidos Políticos o Corruptódromo.

Un perfecto ejemplo del conocimiento puesto en práctica, de cuál es el impacto de nuestras acciones (e inacciones), en Nada es Gratis.

Seguramente no hay tanta información de todas todas redundante y vamos faltos de porqués y para qués. Porque puede ser que el iceberg lo estemos viendo todos (información), pero que ni todo el mundo sepa que bajo el iceberg se esconde otro 90% de hielo (datos) ni que, si seguimos así, vamos a titaniquear de verdad de la buena (conocimiento).

Entrada originalmente publicada el 17 de julio de 2012, bajo el título Calen informatius als mitjans? Cap al periodisme de dades i d’anàlisi en Reflexions sobre periodisme, comunicació i cultura (blog de ESCACC, Fundació Espai Català de Cultura i Comunicació). Todos los artículos publicados en este blog pueden consultarse allí en catalán o aquí en castellano.

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Crowdfunding político: la pieza que faltaba en la nueva política ciudadana

Avatar de 15M pa Rato

La secuencia de hechos alrededor de la campaña 15MpaRato merece una profunda reflexión, y no tanto por el fondo sino por las formas. Y merece una profunda reflexión porque se ha conseguido cerrar el círculo o poner la última pieza del puzzle de esa nueva forma de hacer política — y ya no meramente activismo — que se inició el 15 de mayo de 2011 con la acampada en la Puerta del Sol de Madrid.

¿Qué es 15MpaRato y qué ha ocurrido?

Repasemos estos hechos:

  • 23 de mayo de 2012: se inicia oficialmente la campaña 15MpaRato – Actúa para llevar ante los tribunales al ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato. Se hace una llamada a aportar documentación sobre la que construir un caso penal.
  • El 25 de mayo la organización afirma estar desbordada por la documentación recibida. Entre otros, habrían contribuido a la documentación pequeños accionistas de Bankia que (a) se sienten estafados por el ex presidente y (b) se ven demasiado impotentes como para iniciar acciones legales por su cuenta o para coordinarlas.
  • Varios partidos — no sin largos debates internos — presentan en los últimos días de mayo distintas peticiones de comisiones de investigación o comparecencias de cargos públicos en el Congreso y parlamentos autonómicos. Todas ellas son vetadas por los respectivos grupos mayoritarios.
  • El 29 de mayo, la campaña 15MpaRato anuncia que podría disponer de la documentación necesaria para encausar a Rodrigo Rato y su penúltima barrera es la necesidad de conseguir quien se persone como acusación particular. Se hace una llamada para alistar a accionistas de Bankia. Varios se presentan en 24h.
  • El 4 de junio se anuncia que la campaña legal contra Rodrigo Rato entra en la recta final y queda superar la última barrera: conseguir los fondos necesarios para sufragar las costas del proceso.
  • El 5 de junio se abre un proyecto de crowdfunding en la plataforma Goteo para conseguir la financiación necesaria para seguir con el proyecto. Se solicita una aportación total de 15.042/16.042€ (mínimo/óptimo), y se acompaña de documentación económica detallada.
  • El 6 de junio, en apenas 24h, se consigue el 130% de lo solicitado y, en consecuencia, se espera que se inicie el proceso de investigación judicial que termine, si así procede, con Rodrigo Rato en el banquillo.

Y recordemos que todo esto se ha realizado:

  • Con el trabajo y dedicación de muchas personas, a título individual, que han destinado tiempo y energías (y recursos de todo tipo también) para intentar aunar voluntades y llevar a cabo el proyecto.
  • Sin el apoyo de una organización formal o estable y sin necesidad de constituirse como tal — aunque es también verdad que sí hay grupos más cohesionados que han coordinado y respaldado gran parte del proceso.
  • Sin financiación — hasta que ha sido necesario recurrir a servicios profesionales externos o pagar gastos inevitables.
  • En tiempos verdaderamente vertiginosos respecto a otras instituciones y movimientos ciudadanos de corte más «tradicional».

¿Por qué ha sido posible 15MpaRato?

En la (por ahora) rápida, eficaz y eficiente campaña 15MpaRato han confluido varios factores. Ninguno de ellos ha sido condición suficiente para el éxito de la campaña, y seguramente ninguno ha sido estrictamente necesario. Está, en mi opinión, en la conjunción de todos ellos la explicación de por qué ha sido posible 15MpaRato y por qué ha funcionado bien. De lo que a estas alturas no cabe ninguna duda es que Internet ha sido el catalizador que ha hecho realidad dicha conjunción. Y, también sin ninguna duda que sin Internet no habría sido posible, al menos no en los mismos términos de rapidez, eficacia y eficiencia.

Sin particular orden de importancia, algunos factores que personalmente creo que han posibilitado esta iniciativa. Creo que vale la pena hacer un inciso: estos factores son estructurales y, por tanto, es de esperar que en el futuro inmediato haya más iniciativas como la de 15MpaRato.

  • Una marca potente, versátil, que hace de paraguas. Esta marca se llama 15M y, si alguien dudaba de qué había conseguido el movimiento del 15M este último año, esto es: un estado de consciencia, una identidad aglutinadora de malestares y vertebradora de inquietudes. Lo más interesante de esta «marca» es que permite la adscripción sin ser un requisito la afiliación. La marca permite actuar bajo ella sin el cierto vasallaje que impone la membresía en una organización formal. La marca es, además, compatible con otras marcas o adscripciones, a diferencia de la mayoría de organizaciones políticas. Por último, y muy importante, la marca no puede ser apropiada ni capitalizada por nadie, lo que la mantiene neutral y resistente a manipulaciones.
  • Bajo esta marca genérica, cabe un objetivo concreto, actual, a corto plazo, más allá de las grandes ideas o ideologías de otras organizaciones con otros tempos. El fracaso del 15M de hacer propuestas de política de gran calado contrasta con la gran facilidad e impacto de proponer y llevar a cabo acciones muy concretas, con resultados fáciles de explicar y de medir. Empieza a haber ya datos (Norris & Curtice, 2006; (Rainie, Purcell & Smith, 2011) que nos indican que Internet facilita este tipo de acción concreta y adscripción puntual, alejándonos de la forma tradicional/industrial de participación política y ciudadana basada en la institución y la afiliación de base ideológica a largo plazo.
  • Una organización en red, con gran flexibilidad formal y capacidad de reacción, que permite la concurrencia de muchos actores que actúan siempre de cara al consenso, a la construcción, al definirse por la acción. Ello ha permitido, por ejemplo, ser ágil en la detección de puntos débiles (p.ej. las críticas por la poca transparencia al inicio de la campaña de financiación) y avanzar a base de superar las barreras diarias (p.ej. mis propias críticas a la indefinición inicial del proyecto).
  • Esta concurrencia de distintos actores, que se adscriben al proyecto o marca de forma discrecional, es posible solamente si hay un despiece del proyecto en microtareas, altamente inspirado en la ética hacker del software libre (Raymond, 1999; Benkler, 2006). Gracias a la concurrencia de pequeños procesos en paralelo, se ha facilitado la concurrencia de más actores que han podido coincidir o no en todos o algunos de ellos, según interés, disponibilidad y perfil. La microfinanciación ha sido el último de estos pequeños procesos.
  • Uso intensivo de infraestructuras tecnológicas, de fácil uso, coste bajo o nulo, acceso descentralizado y complementariedad de funciones.

Un apunte sobre el crowdfunding

Titulaba esta reflexión como Crowdfunding político: la pieza que faltaba en la nueva política ciudadana. Tradicionalmente, la financiación ha sido el último escollo de la acción ciudadana. Y, a diferencia de otros muchos escollos que pueden superarse a base de voluntariado o de donativos en especie, este último escollo a menudo no se supera y lo que inicialmente era participación transformadora acaba en (en el mejor de los casos) sensibilización política con un amplio rango de impactos y consecuencias.

La posibilidad de recurrir a la microfinanciación por Internet es una revolución, por dos motivos fundamentales:

  • Por una, parte consigue un alto grado de segmentación y llega, sobre todo, a quienes realmente interesa la cuestión. Mientras una recogida de donativos a la salida del metro no discrimina el público objetivo, el hacerlo por Internet — acompañado por una potentísima campaña de comunicación — hace que la campaña pueda capilarizarse hasta llegar a las comunidades que, presentes también en Internet, tienen intereses compartidos. Además, esa comunicación llega por lazos personales de confianza, con lo que no solamente la llamada a la financiación gana en legitimidad, sino que hay una promoción tácita o explícita a participar, también, en difundir el mensaje.
  • Por otra parte, consigue generar masa crítica al trascender cualquier limitación de espacio y de tiempo. En el momento de escribir estas líneas habían participado en la campaña de financiación 474 personas. De estar distribuidas homogéneamente en el territorio español, habría una persona por cada 1.000km2, o lo que es lo mismo, la persona más cercana estaría a más de 30Km de distancia. Imposible en un mundo sin Internet, relativamente fácil en un mundo conectado.

Había dos aspectos que el 15M — y los nueva acción ciudadana en red &mash; había conseguido, que eran:

  1. Conseguir la información necesaria para la acción política y
  2. reinstaurar la deliberación como nodo central de toda acción política. La organización de protestas, manifestaciones y acampadas han generado la experiencia suficiente para conseguir
  3. fraguar el diseño estrategias y fijación de objetivos políticos concretos. Por último, el crowdfunding
  4. hace posible la financiación de los costes ligados a la acción política ciudadana.

Y con ello se cierra el círculo. Es de esperar, pues, muchas más acciones de este tipo. Con un peligro añadido: cuánto mejor funcionen y cuánto más tarden las instituciones políticas tradicionales (gobiernos, parlamentos, partidos, etc.), peor para su legitimidad democrática, con las consecuencias (buenas o malas) que ello comportará.

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