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De qué puede morir el 15m o por qué no existen (todavía) las wikirrevoluciones

En una interesante entrada, 15M vs Wikipedia, César Córcoles apunta a las similitudes y diferencias entre el movimiento del 15m y la Wikipedia, listando entre las principales diferencias la meritocracia y la escalabilidad. Me gustaría ahondar en el tema y cuestionar seriamente el concepto de Manuel Castells de wikirrevolución.

Empezaré por el titular: el movimiento 15m es, por ahora, una protesta y no una revolución y, en cualquier caso, se parece más a una fororrevolución que a una wikirrevolución. Y, sin ánimo de comparar (en absoluto) los fundamentos y motivos de ambos movimientos, estructuralmente se parece más a Al-Qaeda — distribuido, celular, nodal, conectado — que a un wiki o cualquier otra estructura de red similar.

Lo que la red te lo da, la red te lo quita

La organización del impulso inicial del movimiento 15m fue impecable, y fue posible porque se apoyó en Internet y en una estructura de red que permitió crecer rápido y de forma descentralizada. El mensaje era sencillo, fácil de apropiar por unidades celulares distribuidas y de replicar con solamente mantener un cierto contacto entre las células. Así se extendió Al-Qaeda y justamente por el motivo contrario, por necesitar siempre de una cabeza, es uno de los motivos por los que ETA se ha debilitado más y más en los últimos años (entre otros motivos, por supuesto).

Sin embargo, tras ese crecimiento exponencial viene la consiguiente consolidación de la red. La experiencia nos dice (Raymond, Benkler, Himanen) que es necesario poder desmenuzar las tareas en pedacitos pequeños para que el trabajo en red sea posible, para que los costes de transacción o de negociación caigan a (casi) cero, para que sea posible después re-ensamblar y terminar con un producto común.

Esto, además, debe realizarse en base a unos protocolos (explícitos o tácitos) adoptados por todos los participantes de forma que ese ensamblaje sea posible, protocolos que se han generado de forma emergente dentro de la misma red.

Todos funcionamos autónomamente y cada uno ensambla su aportación al todo de forma independiente al trabajo de los demás.

Si hay algo poco autónomo e independiente es una asamblea. Y si hay algo poco emergente y modular es un manifiesto. El 15m no es una wikirrevolución porque carece de esa estructura descentralizada (plural u horizontal no es lo mismo que descentralizado), atomizada, autónoma (pero conectada) típica de la estructura de red.

En el fondo, Túnez o Egipto también se gestaron como red, pero en su evolución a futuro son todo menos reticulares o distribuidas.

¿Existen las wikirrevoluciones? o la ausencia del dictador benevolente

En mi opinión no existen las wikirrevoluciones… o dejan de existir en cuanto se apaga la última llama de la última pira. Creo que hay wikiprotestas o wikirrevueltas, que por definición no son propositivas sino reactivas, pero todavía no hemos visto la parte wiki en la fase constructiva de las revoluciones, que por definición proponen un sistema en alternancia al vigente.

Si algo caracteriza una red creada alrededor de la construcción de un proyecto es la meritocracia, es decir, premiar al que más sabe. Meritocracia que culmina en la aparición de un «dictador benevolente», legitimado por su trabajo y aupado por el reconocimiento de sus pares.

Por algún extraño motivo, buscamos un médico para detener una hemorragia o un fontanero para arreglar una fuga de agua, pero huimos de los profesionales de las ciencias sociales a la hora de hacer propuestas económicas o sobre la democracia. Con ello, borramos de un plumazo 300 años de democracias y economía modernas y empezamos a reinventar la rueda de cero. Es tan cierto que las ciencias sociales raramente saben predecir qué funcionará en el futuro, como certeras se muestran en explicar qué funcionó mal en el pasado.

En el límite, si se quiere prescindir de estos «expertos» (palabra que ha tomado en los últimos años connotaciones negativísimas), lo mínimo que se puede pedir al que quiere decidir por sí mismo es una decisión fundamentada. El voto es tanto un derecho como una obligación es el voto informado: vivir en democracia es, también, una responsabilidad.

Una primera opción para hacer avanzar, pues, el movimiento 15m hacia una estructura de red — aprovechando el impulso y espíritu que la vio nacer — capaz de generar movimiento (y el movimiento es no solamente impulso, sino impulso en una dirección y sentido) es generar, poco a poco, y de forma consensuada, una estructura meritocrática donde se premie el esfuerzo y el conocimiento de sus nodos. Es tan cierto que una red es una estructura no jerárquica como cierto que los nodos son tan importantes como su contribución a la red misma.

Pero este no es el camino que parece estar tomando el movimiento 15m, que, a mi entender, se está escindiendo en dos polos opuestos, tal y como quise describir en mi Perfil político en España tras el 22M.

¿Dónde o cómo podría funcionar una wikirrevolución del 15m?

La segunda opción es la que también quise explicar en Una única propuesta para una democracia mejor, propuesta que puede analizarse según una lógica de red tal y como se ha hecho hasta ahora.

Ante la ausencia de un proyecto centralizado basado en una estructura descentralizada, solamente caben proyectos también descentralizados: trabajar dentro de los partidos, de distintas formas, para hacer converger sus programas en ejes comunes que puedan dirimirse dentro del actual sistema democrático. Así, lo que se mantiene unido es la filosofía («más y mejor democracia») aunque los proyectos sean distintos.

En mi opinión, la red ha demostrado que es capaz de organizarse para poner en común una filosofía, unas ideas, un sentir, mientras que parece estar fracasando a la hora de trasladar esas ideas en la práctica. Sería beneficioso, creo, abandonar pues la elaboración de un único programa, y más ante la ausencia de estructuras internas que premien las contribuciones, y reorientar esa red que funcionó hacia lo que la hizo funcionar y donde se mostró eficaz y eficiente: «más y mejor democracia».

Y que cada uno lo haga dónde y cómo quiera, dentro o fuera de las asambleas, dentro o fuera de los partidos. Creo que hay que capitalizar el movimiento en esa línea, so pena de perder todo lo conseguido hasta ahora.

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