La inutilidad de la banda ancha

Sin respetar la pausa estival, el Pew Internet & American Life Project nos regala un nuevo informe sobre la adopción de la banda ancha en Estados Unidos de América: Home Broadband 2010.

Una de los principales hallazgos es la desaceleración en la adopción de banda ancha por parte de los hogares, especialmente entre los blancos (los afroamericanos siguen con una adopción por encima de la media).

El segundo hallazgo — y sorprendente para el investigador que produce el informe así como para otras fuentes consultadas — es que son quienes no tienen banda ancha quienes más se oponen a que el acceso universal deba ser una prioridad del gobierno.

Para mí, sin embargo, ambas conclusiones del informe están en consonancia con algo que aparece repetidamente, una y otra vez, en las estadísticas oficiales: vista la progresión de los últimos años, la adopción de Internet parece no tender al 100% a largo plazo, sino a alguna cuota que se situaría por debajo de la adopción total: utilizando la tendencia de 2004 a 2008, unos cálculos totalmente apresurados con datos del Banco Mundial me dan una estimación del 88% para 2020 y estabilización alrededor del 88% para 2035.

Así, hay un grupo de personas que siguen sin verle utilidad a Internet, y es ese grupo de personas el que, con toda lógica, encuentra poco prioritario que el Gobierno fomente la Sociedad de la Información en general, y la banda ancha para todos en concreto. Y es ese el grupo que mayoritariamente conforma el hueco entre la adopción total y ese 88% que (sin mucho rigor) calculábamos más arriba.

¿Y qué utilidad puede tener Internet y, más específicamente, la banda ancha? Los que respondieron a la encuesta de este informe nos apuntan algunas ideas. Preguntados por qué problemas tiene el usuario de Internet que no navega con banda ancha en comparación con el que sí lo hace, los entrevistados listaron algunas actividades en línea que requerían banda ancha (y que aquí expresamos en positivo):

  • Encontrar oportunidades laborales y obtener competencias profesionales.
  • Acceder a información sobre salud.
  • Aprender nuevas cosas para mejorar y enriquecer la vida de uno.
  • Utilizar servicios gubernamentales.
  • Estar al día de noticias e información.
  • Estar al día de lo que sucede en la comunidad de cada uno.

Una de las últimas conclusiones del estudio vuelve sobre el tema anterior: un 21% de adultos (en los EEUU) no usa Internet. De estos, un 48% declara no tener interés alguno en lo que Internet le ofrece; un 90% no tiene intención alguna de entrar en Internet en el futuro; y un 60%, en caso de hacerlo, necesitaría ayuda de alguien (aunque el 80% reconoce que sería incapaz de hacerlo solo).

Mientras el 80% de la población norteamericana dice utilizar ya la red para temas profesionales, para formación, para salud y bienestar, para relacionarse con el gobierno, etc. el resto no le ve utilidad. Está claro que esta brecha digital va a ser difícil de cerrar.

Demoledor.

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