¿Hay lugar para un partido liberal más a la derecha que el PP?

La periodista Aurora Muñoz acaba de publicar un artículo titulado Los incumplimientos del PP ponen en peligro la unidad de la derecha en el que se pregunta, entre otras cosas, si esa posible ruptura de la derecha podría dar paso a un partido más a la derecha del actual Partido Popular.

Como se puede leer en el artículo, yo fui entrevistado para el mismo, siendo la pregunta que cayó en mi correo si ¿Hay lugar para un partido liberal más a la derecha que el PP? Mi respuesta es la que sigue a continuación. No obstante, vale la pena aclarar que gran parte de esta respuesta es pura especulación. Por una parte porque creo que el Partido Popular sigue siendo uno de los partidos más firmemente cohesionados del panorama español (aunque sea en detrimento de su democracia interna, dicho sea de paso). Por otra parte, porque las comparaciones con otras situaciones vecinas (dentro, como por ejemplo en Catalunya; fuera, como por ejemplo en Francia, Austria, Finlandia o Bélgica) siempre se llevan por delante el contexto, que es lo que en el fondo va a determinar la evolución de la política en un país. Por último, porque habría que ver qué entendemos por ser «liberal», y ahí es donde doy arranque a mi respuesta:

¿Hay lugar para un partido liberal más a la derecha que el PP?

Habría que definir, seguramente, qué significa más liberal o más a la derecha del Partido Popular. Se me ocurre que hay al menos tres grandes alternativas a la actual propuesta del PP hacia las cuales podrían escorarse sus hasta ahora muy fieles votantes y todavía más fieles afiliados y miembros activos.

La primera opción sería un partido más liberal en lo económico, en el sentido más anglosajón de la palabra, es decir: menos intervención del estado en economía, estado mucho más pequeño también en el ámbito de lo social, confinamiento del estado a la cosa pública y alejamiento absoluto del ámbito privado, etc. Esta opción seguramente no hay que buscarla fuera del PP sino dentro: Esperanza Aguirre es la cabeza visible de esa «thatcherización» del PP, con un claro viraje a la derecha más liberal en lo económico. En mi opinión, no obstante, es más probable un cambio de rumbo interno del partido en esta línea (si cayera Rajoy, por ejemplo, y fuese substituido por la misma Aguirre o alguien afín) que no una escisión del partido entre ambas facciones.

La segunda opción sería no tanto más hacia la derecha sino hacia fuera del «establishment», hacia fuera del sistema tradicional de partidos, de los «barones», de las élites política. Esa opción ya existe en España y está perfectamente encarnada en el UPyD de Rosa Díez: posturas alejadas de las cúpulas de poder de Madrid, exaltación de lo popular (hasta lo populista, dirán muchos) e incluso demonización de la política por la política (antipolítica, dirán otros muchos). En Catalunya, por ejemplo, el UPyD catalán (salvando algunas distancias) que representa Ciutadans ya cosechó votos el 25 de noviembre tanto del Partido Popular de Catalunya como de Convergència i Unió, las dos derechas del país.

Por último, hay una variante del caso anterior que es un viraje a la derecha pero no una derecha liberal, sino una derecha conservadora, fuertemente centralizadora, descaradamente populista y antipolítica (y xenófoba y racista en muchos casos) y que, además, basa su programa en un fuerte sentimiento identitario y a menudo religioso. De nuevo, en Catalunya este papel lo está jugando Plataforma per Catalunya como en Francia lo está jugando el Frente Nacional de Marine le Pen. En mi opinión, este último escenario es difícil que se dé en España por dos motivos: primero, porque el Partido Popular es más conservador que liberal, por lo que es más fácil de adelantar por la derecha económica que por la derecha social; segundo, porque esa derecha ultraconservadora está todavía demasiado ligada al fascismo del franquismo, lo que la hace algo más impopular que lo que se pueda vivir en Francia. Y, por tanto, menos viable en solitario.

Dicho esto, creo que también habría que contemplar la opción de «volver a la izquierda»: muchos votantes del PP son votantes de clases medias o bajas que han visto en la derecha las promesas que la izquierda había dejado de hacerles. Estos son votantes que «no pertenecen» a la derecha y que, previo paso por la abstención, podrían volver a la izquierda. Eso sí, probablemente no a la izquierda tradicional (PSOE, IU) sino, a lo mejor, a nuevas opciones políticas. En este sentido, las Europeas de 2014 son terreno abonado (por ser toda España un único distrito) para que formaciones como Equo, las CUP catalanas, el Partido Pirata o el Partido X (si se presentara) puedan obtener la representación que en otros comicios (legislativas o autonómicas) no pueden alcanzar por cómo está diseñada la Ley Electoral.

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1 comentario a “¿Hay lugar para un partido liberal más a la derecha que el PP?” »

  1. Això de la «dreta liberal» no ens ho hauríem d’anar traient del cap? El model Aguirre (i de tantes altres suposades «dretes liberals», com la dels Bush) passa pel proteccionisme, per l’oligopolisme i per l’amiguisme, que són conceptes profundament antiliberals. Al capdavall, el liberalisme (associat a la idea de llibertat) és sobretot una excusa de certs grups per legislar i actuar d’acord amb els seus propis interessos, no pas per proposar un model de societat basat en aquest principi. Liberals genuïns que governin amb coherència amb els seus principis no sé si n’hi ha massa…

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