Alfabetización digital y estrategias de e-inclusión en la biblioteca

Me escribe una compañera de Zaragoza pidiéndome información sobre buenas prácticas de inclusión digital, y cuál es el órgano institucional en este país que debería coordinar o recabar este tipo de información. Después de un corto intercambio de correos, creo que hemos conseguido recopilar algo de información que vale la pena compartir aquí.

Coordinación de la Sociedad de la Información en España

Hasta hace dos días, todas las cuestiones sobre Sociedad de la Información las llevaba el Ministerio de Industria, del cual colgaban dos organismos: la Dirección General de la Sociedad de la Información y la empresa pública Red.es. La DGDSI como tal se volatilizó con el recorte de altos cargos y ahora parece vivir en una especie de limbo dentro del Ministerio. Supongo, pues, que en cierta manera Red.es irá apropiándose de la parte más de análisis y políticas (seguramente Sebastián Muriel, Director General de la entidad, tendrá más información al respecto).

Dentro de Red.es encontramos el Observatorio Nacional para las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (ONTSI). En gran medida el ONTSI es la respuesta a la pregunta de quién recaba información sobre la Sociedad de la Información y tiene por encargo analizarla y difundirla. Por supuesto, el INE es el que de forma efectiva recoge la mayor parte de esa información, aunque Red.es y el ONTSI también generan datos propios a través de distintos proyectos e iniciativas.

Por otra parte, en España las fundaciones de las empresas de telecomunicaciones suelen hacer informes muy interesantes, sobre todo Fundación Telefónica y Fundación Orange, así que no habría que perderlas de vista.

En lo que se refiere a políticas de inclusión digital se echa en falta en España lo que en el Reino Unido lleva UK Online Centres y que yo diría que aquí no existe. La Fundación Esplai hace un trabajo espectacular y, aunque con muchas diferencias, con ciertas similitudes a UK Online Centres. Entre otras cosas, Fundación Esplai no es gubernamental, aunque sí administra la red de telecentros catalana Xarxa Òmnia y coordina la red de telecentros de ámbito estatal Red Conecta y Conecta Joven. Todavía dentro de la sociedad civil, es destacable la experiencia de guifi.net, una fundación que da apoyo para crear redes wifi con resultados de verdad impresionantes.

Aunque a otro nivel, vale la pena destacar el trabajo que están realizando a nivel político el gobierno vasco, el gobierno catalán y la ciudad de Gijón, grandes ejemplos de promoción de la Sociedad de la Información con la inclusión como una de sus principales variables. A menor escala por el alcance, pero con muchísimo interés, vale la pena destacar (seguro que hay más) los municipios de Abla (Almería), Callús (Barcelona) o Copons (Barcelona).

Políticas de inclusión digital

Antes de hablar de políticas de e-inclusión, vale la pena conocer los motivos de la e-exclusión.

Los motivos que los ciudadanos tienen para la no adopción de las TIC forman parte de una realidad muy compleja. Las «oleadas» del ONTSI es seguramente lo mejor que tenemos… que no es mucho: los datos del ONTSI/INE vienen de encuestas donde hay que encontrar el difícil equilibrio entre preguntar todo lo que querríamos y conseguir que la gente no nos mande a paseo a media encuesta porque llevamos una hora al teléfono o en su casa.

Dicho esto, podemos afirmar que, en general, solemos tener tres perfiles (en España y en los países de renta más alta) de personas que no utilizan las TIC:

  • Motivos económicos. En mi opinión, este argumento es cada vez más falaz, ya que confunde el acceso físico a las TIC (proporcionado gratuitamente por, entre otros, las bibliotecas públicas y redes de telecentros) con tener un ordenador en propiedad (como el que dice que no lee porque los libros son caros, teniendo bibliotecas atestadas de ellos).
  • Bajo nivel de competencias digitales, y esto incluye desde las competencias tecnológicas e informacionales más elementales hasta otras más complejas, como miedo e inseguridad (en sentido psicológico), falta de seguridad (en un sentido más jurídico o legal) de las tecnologías.
  • No encontrarle sentido a utilizar Internet, con un amplísimo abanico de motivos, desde el puro desconocimiento (ver punto anterior) hasta el odio total a la tecnología más recalcitrante (también los hay).

Algunos autores que han abordado el tema de la inclusión digital desde la administración pública y, especialmente, desde las bibliotecas, son:

Por último, aquí hay una bibliografía sobre el impacto de los telecentros y los puntos públicos de acceso a Internet.

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