Condiciones necesarias per no suficientes para la democracia 2.0: encuentro con el conseller Ernest Maragall

El pasado 19 de Enero de 2010, el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya puso en marcha su propio blog, cuenta de Twitter y canal en YouTube.

Tratándose de una iniciativa de comunicación política sobre temas de educación en entornos 2.0, el conseller Ernest Maragall invitó ayer por la tarde a algunas personas vinculadas al ámbito de la comunicación, la comunicación política o la educación, todas ellas con experiencia en materia de Web 2.0. Yo estaba allí con estas personas (docena y media), el conseller Maragall, Xavier Vidal (Jefe de Comunicación del Departament) y Trina Milan (Responsable del proyecto de identidad digital del Departament).

La primera impresión, y a tenor de los temas que durante casi dos horas se trataron en la sala, es que el Departament no necesita un blog, o una estrategia 2.0… sino tres:

  1. Una estrategia de gobierno abierto, de democracia electrónica, para que la ciudadanía pueda participar en los debates y decisiones del gobierno en materia de educación. A mi entender, esta es la que acaba de ser lanzada.
  2. Una comunidad de práctica y de aprendizaje, para que los educadores (y la comunidad educativa en general) puedan intercambiar conocimientos sobre metodología educativa y TIC, así como reflexionar sobre la implantación de estas en el aula. Me quedó claro que esta no existía aunque su necesidad era acuciante.
  3. Un canal donde el trabajador y la dirección pudiesen tratar sus cuestiones laborales de forma abierta y participativa, cuestiones laborales que, a menudo, se solapan con aspectos de interés general (punto 1) o metodológico (punto 2), lo que ha conllevado que muchos profesores «tomaran por la fuerza» las nuevas herramientas para este último propósito.

Me gustaría hablar del primero. Y hacerlo más a nivel conceptual que práctico. Me gustaría comentar algunas preguntas retóricas que fueron lanzadas a los asistentes, lugares comunes que visitamos y reticencias más o menos explícitas.

¿No es demasiada información, por excesiva, desinformación? ¿Hacemos la información menos transparente al hacerla abundante?

Definitivamente no. La información deja de ser transparente cuando no publicamos las fuentes, los datos, y en cambio, dejamos ver únicamente su interpretación, nuestra interpretación. Por supuesto, a más información, más necesidad de escoger y analizar, pero lo que el exceso de información hace difícil, la escasez de información lo hace imposible.

¿No se verá tanta comunicación como un ejercicio de propaganda?

Entre otros muchos, la información tiene dos atributos: cantidad y calidad. Poca cantidad de información y de baja calidad, claramente es propaganda: dosificamos el mensaje que, además, adulteramos. Más información — especialmente si mostramos las fuentes y los procesos — difícilmente será propaganda. Aunque, por supuesto, la oposición de turno utilizará este recurso como arma arrojadiza, pero no es este el momento de hablar de cinismos.

¿Para qué más información? ¿Para una mayor participación? ¿Para invadir competencias de los periodistas? ¿Son los bloggers periodistas ciudadanos?

Por supuesto, la participación, si es genuina, debe ser informada. La información es la materia prima de la participación, el resto es demagogia, fanatismo o inconsciencia. En este sentido, los periodistas deben, sin lugar a dudas, perder el monopolio de informar. La buena noticia es que tendrán más tiempo para analizar la información que ahora puede estar al alcance de todos sin filtros ni cortapisas.

La mayoría de ciudadanos que escriben en un blog no son bloggers ni son periodistas: son ciudadanos informados que ahora lo tienen fácil para dar a conocer su opinión. Ni más… ni menos.

Más información no necesariamente conlleva más participación; más participación no necesariamente conlleva más o mejor democracia.

Por supuesto que no. Lo que sí está claro es que si no hay información, no hay participación; y si no hay participación, no hay democracia. La información, la participación, el debate, los blogs, los periodistas son condiciones necesarias pero no suficientes para la democracia. Nadie garantiza que la participación nos hará más democráticos, pero su ausencia está tipificada con una larga lista de -ismos.

¿Por qué, aunque se comuniquen las cosas, la gente no se implica?

Vamos a negar la mayor: la salud de la democracia no se basa en la comunicación — en los comunicados — sino en la información para el debate para la decisión. Implicarse cuando la decisión está tomada y es comunicada unidireccionalmente debe estar dentro de lo que generalmente entendemos como partidismo. La llamada a la implicación, si es sincera, debe ser correspondida, como poco, con una actitud consultiva y, en el mejor de los casos, vinculante. La participación no entiende de comunicados, sino de debates.

¿Entonces?

Hay que publicar el código fuente, abrir la caja negra de los procesos, no únicamente difundir presupuestas cerradas y resultados finales.

Aunque los políticos — generalizando — crean que todo se hace bajo luz y taquígrafos, la realidad es que al ciudadano se le dosifican algunos datos, se interpreta el problema que estos arrojan, y se le propone una solución. Todo de un tirón. Retomando el ejemplo de la Ley del Cine de Catalunya, se nos dice que el 97% de las proyecciones cinematográficas son en Castellano (cierto), que eso daña una lengua oficial respecto a la otra (cierto), y que la solución es imponer por Ley la paridad Catalán/Castellano tanto en el doblaje como en el subtitulado (¿cierto?). Sí, el proyecto de Ley lleva saliendo en las noticias todo el año 2009, pero:

  • ¿Sabemos por qué hay ese desequilibrio? Aunque podemos suponer que es un tema de costes;
  • ¿Sabemos qué cuesta doblar o subtitular una película?
  • ¿Sabemos qué demanda hay de cine en Catalán?
  • De esa demanda, ¿sabemos la elasticidad¿, es decir, ¿cuánto dinero más está dispuesto a pagar el espectador (o el contribuyente) para ver más cine en Catalán? (como decía anteayer, yo votaría sí a las proyecciones en Swahili y sin subtitular, pero no pagaría un un solo céntimo por ello);
  • ¿Sbemos qué opciones se barajaban para atajar el problema? ¿Era la imposición por Ley la única opción?
  • ¿Cuál es la opinión de la industria? Esta la conocemos por los periódicos pero, una vez más, con pocos datos y ya interpretada a la luz de sus propios intereses.
  • ¿Qué consecuencias presupuestarias tendrá dicha Ley? ¿Recortaremos otras partidas? ¿Cuáles?
  • ¿Qué consecuencias fiscales tendrá dicha Ley? ¿Me subirán los impuestos? ¿Cuáles? Nota al margen: un canon a las distribuidoras es un impuesto que estas repercutirán en el billete de la entrada, sin lugar a dudas, y sin discriminar la lengua de la proyección (y con ello volvemos al tema de la demanda).

La respuesta a estas y otras muchas preguntas más es lo que yo, personalmente, espero de un gobierno. Y las espero durante el proceso dirigido a atajar un problema, no después. Espero que se me deje hallar mis propias respuestas porque tengo acceso a toda la información, contrastar mis respuestas con las que me proporciona el gobierno y comentar las suyas. Y espero tener la garantía de ser escuchado y la oportunidad de ser convencido en un debate, no en un comunicado.

Por supuesto este debate tiene unos costes y no garantiza que el resultado final sea mejor. En mi opinión, la mera posibilidad de mejorar la democracia lo vale. Porque ya sabemos que estas condiciones no son suficientes para tener una democracia sana, pero sí necesarias.

Asistentes

Salvo error u omisión, los asistentes éramos:

Ramon Barlam, Marià Cano, Albert Criado, Miquel Duran, Albert Garcia Pujadas, Saül Gordillo, Francesc Grau, Antoni Gutiérrez Rubí, Jordi Jubany, Josep Martínez Piñero, Albert Medran, Miquel Pellicer, Ismael Peña López, Xavier Peytibí, Jordi Roca Font, Xavier Rosell, Pilar Soro, Xavier Suñé y Artur Tallada.

Otras crónicas del evento

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2 Comments a “Condiciones necesarias per no suficientes para la democracia 2.0: encuentro con el conseller Ernest Maragall” »

  1. Ismael,

    antes de nada, agradecerte la asistencia y la participación, como tu bien dices, participar ya es abrir el canal y mejorar el resultado.

    Sobre tu apunte, en el mundo de la educación hay mas complejidad que en otros sectores de la administración pública, dado que trabajamos con material sensible (personas) y que además los resultados son no solo para el usuario (como pudiera ser en el caso de sanidad) sino para el conjunto de la comunidad, la transmisión de conocimiento y la preparación de los ciudadanos es condición sine qua non para el avance de esa sociedad.

    Sobre tus tres puntos, la estrategia de gobierno abierto que significan los canales de comunicación 2.0 que hemos puesto en marcha es un intento serio y riguroso de poner en movimiento una comunidad enorme (100000 profesionales, miles de alumnos, i miles de personas) que tienen muchas cosas que decir, y en ese reto estamos, por supuesto que los canales por si solos no significan más que mejoras en los niveles de comunicación, seran las personas que los utilicen las que le den el contenido real de «gobierno abierto», y eso es responsabilidad del emisor y del receptor. En todo caso abrirlos y dar voz es una experiencia nueva e insolita en general y por eso muy importante, como dijimos ayer estamos en fase «beta» aprendiendo, haciendo comunidad.

    La segunda premisa que comentas, la comunidad de pràctica y aprendizaje, no es que no exista, sí existen grupos y sectores en la comunidad educativa que estan trabajando, no podria ser de otra manera porque en las escuelas se trabaja, y hay profesoresy maestros que se mueven; el problema es que el reto de internet y los nuevos conceptos de transmission y creación de conocimiento nos estan haciendo el sorpasso a todos, políticos y profesionales (el ejemplo que pones de los periodista o la ley del cine son muestras del mismo problema en otros ámbitos); estoy de acuerdo en que la educación tiene una responsabilidad añadida porque somos responsables de la formación de los ciudadanos y eso tiene consecuencias que ni de lejos se pueden comparar con las de que haya o no una ley del cine (sin despreciar a nadie).

    Sobre las relaciones laborales, por supuesto que hay que separarlas de las docentes, es absolutamente necesario, y eso depende de todos y cada uno, precisamente los social media podrian ser tambien canales facilitadores pero este sí que es un tema con consecuencias que van mas allá del puro instrumento.

    Te reitero las gracias porque nos interesan personas con criterio, y no solo de dentro del sistema educativo no universitario sino tambien de fuera, y especialmente del universitario, como es tu caso, con quien tenemos tambien el reto de una mejor coordinación, trabajamos con el mismo target..gracias y seguimos en contacto.

  2. La participación sin capacidad real de decisión es populismo, demagogia o puro marketing. Y aunque el titular ya indica que son condiciones necesarias pero no suficientes; también podría haber indicado «condiciones suficientes para evitar la democracia».

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