Análisis rápido del Barómetro del CIS Julio 2012

El Centro de Investigaciones Sociológicas acaba de publicar el avance de resultados del Barómetro de Julio 2012 (PDF). Los datos son para echarse a llorar. Comentémoslos a la luz de los gráficos.

El primer dato relevante es el de la situación política. La confianza de la ciudadanía en términos de política está prácticamente al nivel de antes de las últimas elecciones legislativas, lo que es doblemente grave: primero, por su valor extremadamente bajo; segundo, porque desaparece la esperanza del cambio que podía conllevar el cambio de gobierno y, con prácticamente toda la legislatura por delante, la ciudadanía ha agotado toda esperanza de mejora, como bien indican las expectativas. Este agotamiento del sistema se aprecia mejor en los dos siguientes gráficos.

Si bien la caída de confianza en el gobierno no debería sorprender — a tenor de las duras e impopulares medidas tomadas — lo que es realmente preocupante es que el papel de la oposición se valora igual de negativamente. Esto no es malo porque uno tenga simpatía o no por quién ocupa la oposición, sino por dos cuestiones de mucha profundidad: la primera, que quien no gobierna pero podría hacerlo no da impresión de tener tampoco ni una solución ni un plan que poner en marcha. La segunda por el peso específico de los respectivos partidos, como se ve en el gráfico de la intención de voto de los dos principales partidos:

Que la intención de voto del conjunto PP-PSOE esté bajo mínimos es realmente preocupante. Estos dos partidos suman casi el 85% de escaños en el Congreso y entre 17 y 20 millones de votos (según elecciones). Son muchas personas — votantes, ciudadanos — que andan entre perdidos y asombrados. El PP tiene una intención de voto peor que el desgaste político que le supuso el post 14M de 2004. De la misma forma, el PSOE se sitúa prácticamente al mismo nivel en el que se situó a finales del felipismo, con sus casos galopantes de corrupción y la sombra del terrorismo de estado pisándole los talones. El PSOE recogió bien el sentir 14M y las medidas populares pagadas con los superávit de la bonanza económica, pero para los malos tiempos, el votante le reconoce el mismo yermo de ideas que para el PP.

No deja de ser también ilustrativo que, ante tamaña caída de los dos principales partidos, el resto prácticamente se quedan como estaban. Izquierda Unida, pasada una primera capitalización de la sangría del PSOE y la resistencia al PP, no parece tampoco que, a la hora de la verdad, sepa aportar nada y vuelve a bajar o a mantenerse (si dejamos el margen del error estadístico), como se mantienen todo el resto de fuerzas — con, a lo mejor, la excepción de UPyD que se cobra el movimiento contra las Autonomías, pero tampoco de forma destacable como sí lo fue la anterior subida de IU.

No es de extrañar que, en un juego de suma cero, todo lo que baja en un sitio suba en otro, a saber: suben la abstención, el voto en blanco y los indecisos. Es interesante ver cómo los movimientos de abstención y «no contesta» tienen movimientos opuestos y centrados (a efectos estadísticos) a mediados de 2011: coincidencia o no con el movimiento del 15M, la ciudadanía refuerza su interés por la política — un dato más contra la tesis de la apolitización de los ciudadanos y el medaigualismo — y deja de ocultar sus preferencias para manifestarse fuertemente a favor de la abstención. Este grupo de ciudadanos que se opone al actual sistema de partidos — que no al actual sistema democrático — viene seguido de cerca por otro grupo, el del «no sabe» que se sitúa un paso por detrás: no se define por la abstención, pero claramente duda sobre el actual abanico de elección en materia de partidos.

En resumen:

  • Desconfianza en los actuales partidos, especialmente el binomio PP-PSOE.
  • Poca esperanza en que los partidos tengan propuestas alternativas o propuestas en absoluto.
  • Refuerzo del interés en política de los ciudadanos, que manifiestan más sus preferencias.
  • Crecimiento del rechazo a la actual oferta política a través de la abstención y el voto en blanco.
  • Clamor por un cambio, no de partido en el gobierno, sino de propuestas y modelos de política.

Impera que los partidos cambien de rumbo y recuperen la confianza aunque sea empezando por pequeños pero decididos pasos.

Esta entrada tiene una suerte de continuación en Actualizando el perfil político en España tras el 15M .

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4 Comments a “Análisis rápido del Barómetro del CIS Julio 2012” »

  1. Cómo va a remontar el PSOE si no tiene programa alternativo serio?
    No pasan de eslóganes poco creibles por la proximidad aun del anterior gobierno.
    El misterio es por qué no suben con más fuerza otros partidos.

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